En cuanto al conocimiento de Dios...

Casi toda la suma de nuestra sabiduría, que de veras se deban tener por verdadera y solida sabiduría, consiste en dos puntos: a saber, en el conocimiento que el hombre debe tener de Dios y el conocimiento que debe tener de sí mismo… Por otra parte, es cosa evidente que el hombre nunca jamás llega al conocimiento de sí mismo, si primero no contempla el rostro de Dios y, después de haberlo contemplado, desciende a considerarse a sí mismo.

conocer acerca de este pensamiento.